Club de Inversores

Atención: qué está pasando con la tasa de interés en EEUU

La tasa de interés de los bonos del Tesoro de EEUU volvió a escalar con fuerza. Y más allá de que son números que vemos todos los días, este movimiento tiene consecuencias importantes para los mercados.

El rendimiento del bono a 10 años superó el 4,50%, el de 30 años trepó al 5,03% y el de 2 años se ubicó en 4%. 

Veamos lo que pasó con la tasa a 10 años:

Marcó máximos de los últimos meses y aceleró fuerte en las últimas semanas. ¿Qué pasó?

La narrativa del mercado cambió. Se pasó de hablar de “acuerdo comercial” o “aranceles recíprocos” a poner el foco en el mercado de bonos y en el deterioro fiscal de EEUU. Y eso no es casualidad: la suba en las tasas de largo plazo no es solo un tema técnico. 

Hay un tema más profundo: la creciente desconfianza que hay en torno a la sostenibilidad fiscal de Estados Unidos. Con un nivel de deuda que supera los USD 36 Trillions y un gasto creciente que no encuentra freno, el mercado empieza a exigir una mayor tasa de interés para prestarle dinero al Tesoro.

Este es un cambio estructural. No está impulsado por un dato de inflación puntual, ni por una conferencia de la Fed. Es algo más profundo. Y cuando el activo que se consideraba el más seguro del mundo empieza a generar dudas, todo el sistema se reconfigura.

La deuda crece y los intereses a pagar también. ¿Entonces? Eso exige más emisión o ajuste fiscal, y si nada de eso se corrige, la credibilidad se deteriora aún más. Un círculo vicioso que conocemos bien en Argentina.

¿Y qué rol tiene el mercado en todo esto?

La semana pasada, Trump dijo que estaba mirando el mercado de bonos y que lo veía “hermoso”. Esa frase no pasó desapercibida. El propio Trump confirmó que su decisión de parar la escalada arancelaria tuvo que ver con lo que pasaba en los bonos. En otras palabras: la suba en la tasa de interés frenó la guerra comercial.

Y es que cuando las tasas suben fuerte, todo se encarece. El financiamiento de empresas, los créditos hipotecarios, los pasivos del Estado. Es un endurecimiento de condiciones financieras, aunque la Fed no haya tocado la tasa de referencia. ¿Por qué? Porque la Fed solo controla la tasa de corto plazo (de referencia). La de largo plazo se rige por oferta y demanda, en donde influyen un montón de factores.

Esto también está generando un movimiento de capitales en todo el mundo. Japón, de hecho, está viendo máximos históricos en su bono a 30 años que ya rinde 3,06%.

En términos absolutos parece poco, pero en comparación con su historia es un salto enorme. El Banco de Japón está en un dilema: si sube tasas para calmar el mercado, enfría la economía; y si no hace nada, puede haber una crisis de deuda.

Esto explica también por qué varios fondos están revisando su asignación a renta fija global. Ya no alcanza con “comprar bonos de EEUU” y dormir tranquilo. Hoy hace falta mirar qué duration se tiene, cuánto riesgo fiscal se está dispuesto a asumir, y si no tiene más sentido diversificar en bonos de mercados emergentes o de países con mejor relación deuda/PBI.

Y no estamos hablando solo de un ajuste técnico. Esto es un cambio de paradigma. Hace años que no se veía una tasa de 5% en el bono a 30 años de EEUU con una inflación baja. Lo que el mercado está diciendo es que, incluso sin shocks inflacionarios, no cree que la deuda americana sea sostenible a tasas más bajas.

Esto tiene varias implicancias:

El “put” de la Fed pierde fuerza. Si las tasas largas se disparan sin que la Fed suba, la política monetaria pierde efectividad. Y el mercado deja de confiar en la capacidad de la Fed de anclar expectativas.

La narrativa pro-Trump cambia. Hasta hace poco se creía que si Trump ganaba, los bonos subirían. Hoy, el mercado duda. Sus políticas fiscales expansivas pueden acelerar aún más este problema.

Este contexto le abrió las puertas a los grandes ganadores de los últimos meses, como el oro y el Bitcoin,que se está comportando de manera diferente a las acciones. 

De hecho, veamos el comportamiento del oro, bitcoin, S&P 500 y bonos largos de EEUU (ETF TLT) desde que ganó Trump:

Desde que Trump ganó las elecciones, los activos financieros se movieron de forma bien distinta. Mientras el S&P 500 apenas subió un 1,5%, los bonos largos (TLT) cayeron más de un 6%, reflejando el impacto de la suba en tasas. 

En contraste, el oro avanzó más de 22% y Bitcoin se despegó con una suba del 60%, mostrando que en un contexto de incertidumbre fiscal y dudas sobre la sostenibilidad de la deuda estadounidense, muchos inversores están buscando refugio o alternativas fuera del sistema tradicional.

Este gráfico no es solo un resumen visual, es una señal de lo que está sucediendo. Y no es trivial la desconfianza que hay en el mercado de bonos.

Nota: El material contenido en esta nota NO debe interpretarse bajo ningún punto de vista como consejo de inversión o recomendación de compra o venta de un activo en particular. Este contenido tiene fines únicamente educativos y representa únicamente una opinión del autor. En todos los casos es recomendable asesorarse con un profesional antes de invertir.

Por: Miguel Boggiano

Cargo: CEO de Club de Inversores

Correo: [email protected]

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