Escándalo total en Estados Unidos. Se pudrió todo entre Donald Trump y Elon Musk, que pasaron de ser aliados a enemigos acérrimos en apenas unos días. Mientras tanto, algo está pasando con los metales. ¿Cómo afecta esto a los mercados? ¿Qué puede pasar con las acciones de Tesla? ¿Se dispara la plata?
Elon Musk fue uno de los mayores defensores y promotores de Donald Trump durante su última campaña presidencial, llegando incluso a formar parte del gobierno, teniendo a su cargo la Oficina de Eficiencia Gubernamental (conocida como “DOGE” por sus siglas en inglés).
Sin embargo, hacía tiempo que circulaban rumores que la relación ya no era la misma de antes.
Una de las grandes banderas del fundador de Tesla era la necesidad de bajar el déficit (bajando drásticamente el gasto) y la deuda de Estados Unidos. Esta era la idea de DOGE y el motivo por el cual Musk se sumó al gobierno. El plan era, en palabras simples, aplicar la motosierra de Milei en el país del norte.
Una vez que Trump asumió como Presidente, rápidamente quedó en evidencia que no había vocación real de bajar el gasto, reducir el déficit, o dejar de emitir deuda.
Y cualquier esfuerzo por mejorar la eficiencia del Estado que podía hacer Elon Musk iba a ser ínfimo comparado con el derroche que continuaba en otras áreas.
Por eso, la gota que rebalsó el vaso, en una relación que ya venía a los tumbos fue el proyecto de “One Big Beautiful Bill Act” de Trump (no es un chiste, ese es el nombre de la ley), que prometía recortar impuestos pero aumentando el déficit y la deuda del gobierno federal.
Elon Musk renunció a su puesto en el gobierno a fines de mayo y, si bien en un principio se fue en buenos términos, comenzó a criticar la ley de Trump, mostrándose totalmente en contra del proyecto.
A partir de ahí los roces fueron escalando hasta que la situación se terminó de descontrolar.
El jueves fue el día del desastre. Trump acusó a Elon Musk de estar en contra porque la ley elimina los incentivos para los autos eléctricos y también amenazó con que el gobierno terminaría los contratos que tiene con las empresas de Musk.
Elon negó todo y terminó finalmente tirando munición gruesa, diciendo que Trump estaba vinculado con Epstein y retuiteando un posteo que decía que éste debía ser destituido.

Desde el entorno de Trump se llegó a sugerir que Elon Musk podría ser deportado de los Estados Unidos.
Al momento de escribir esta nota se especulaba con que ambas partes se reunirían para limar asperezas y bajarle el tono al conflicto. Veremos qué termina sucediendo, aunque este escenario parece el más probable, ya que las consecuencias pueden llegar a ser dramáticas para los dos en caso de continuar con este enfrentamiento público.
Ahora bien, ¿cómo impacta esto en los mercados? ¿qué puede pasar con Tesla?
El jueves las acciones de Tesla se derrumbaron un 14 por ciento y la empresa perdió más de 150 mil millones de dólares en valor de mercado. El viernes, sus papeles rebotaban con fuerza.
De corto plazo, más allá del porrazo del jueves, la acción no rompió niveles técnicos preocupantes. Creo que es para mantener (siempre con una estrategia de salida) si se está comprado o incluso se puede habilitar alguna oportunidad táctica al alza.

Como siempre digo, en realidad, la clavé siempre está en la gestión del riesgo. No es lo mismo mantener Tesla en un portafolio de acciones donde tiene un peso de 7% en la cartera (y que representa quizás el 1% o 2% de nuestro patrimonio), que si tenemos el 30% de nuestro capital total invertido en acciones de la empresa.
Ahora bien, algo interesante de este enfrentamiento es que puede cambiar las perspectivas para un plazo un poco más largo.
Hay que tener en cuenta que Elon Musk siempre fue un “empresaurio”, que ha logrado tener éxito en base a subsidios, legislación favorable para los autos eléctricos y contratos con el Estado. Basta recordar que la venta de créditos de carbono (un invento de muchos Estados) fue una de las principales fuentes de ingreso de Tesla en sus primeros años.
Y ni hablar de otras empresas como SpaceX, que subsiste gracias a los contratos que tiene con el gobierno de Estados Unidos.
Por eso, si bien el futuro es incierto, las perspectivas para Tesla son más negativas con Elon Musk enfrentado a Trump que como aliado del gobierno.
Veremos cómo se sigue desarrollando este tema, pero es un punto que, sin dudas, hay que considerar.
En otro orden de ideas, es interesante destacar que el mercado cambió en los últimos días. Parece que Wall Street ya le “sacó la ficha” a Trump y ahora casi todo lo que anuncia o amenaza, lo entiende como una gran puesta en escena. En otras palabras, el mercado está reaccionando cada vez menos a los dichos, comentarios o anuncios de medidas que hace el Presidente de EEUU, ya que entiende que son más manifestaciones para negociar que otra cosa.
Ni siquiera la pelea con Elon Musk ha preocupado mucho a la bolsa, que se dirige a nuevos máximos:

Por último, la nota de la semana en los mercados la dieron los metales. La plata logró romper una zona de consolidación y despejó el camino para buscar nuevos máximos.
Acá podemos ver el gráfico semanal de este metal:

Pero también es muy interesante lo que está haciendo el cobre (gráfico semanal):

E incluso el platino (gráfico semanal):

¿Qué es lo que está pasando?
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Bueno, creo que esa imagen es el M2 global (la cantidad de dinero en circulación en el mundo):

El mundo está imprimiendo dinero sin parar, una vez más (al estilo Argentina 2023). Estamos viendo el final del sistema monetario moderno. Este será lento y doloroso.
El año pasado escribí una nota donde decía “el toro es de oro”. Bueno, en 2025 el toro parece que será de plata (o quizás, de una aleación de metales).