Club de Inversores

Buy and Hold: Principales Mitos

Uno de los mitos más arraigados en la mente de los inversores es el de “comprar y mantener”, conocido como “Buy and Hold”. Es esa falsa creencia de que hay que comprar un activo y mantenerlo en el largo plazo, porque siempre va a subir. Acá te voy a contar por qué es una mentira que te cuentan para engañarte.

Cuando uno quiere invertir en el mercado de manera consistente, tiene que pensar una estrategia que le permita obtener ganancias.

La estrategia de la que vamos a hablar es la de Buy and Hold. Es decir, comprar y mantener. Se basa en comprar acciones de empresas u otro tipo de activos como ETFs y mantenerlos a largo plazo sin prestar atención a las fluctuaciones en el mercado.

Si estás perdiendo con la compra de una acción, esta estrategia dice que tenés que mantenerla de todos modos, sin importar cuán grande sea esa pérdida. Nada importa, porque se supone que las acciones “en el largo plazo”, siempre suben.

Este es uno de los mitos más arraigados en la mente de los inversores. Es tal la mentira que los genios de Marketing de Coca Cola envidian a los de la industria financiera, por haber conseguido lavarles el cerebro a millones de personas.

¿Quiénes arrancaron con este mito, con esta estrategia? Los asesores financieros y fondos de inversión. 

¿Por qué les sirve a ellos esta estrategia? Simplemente porque, de esa forma, ellos pueden cobrar fees de administración todos los años. Si el cliente vende, ellos no cobran más.

Como estrategia, no funciona en el largo plazo. Te puede ir bien una vez. Incluso dos o varias más. Pero aplicarla de manera consistente es sumamente peligroso.

Comprar en un techo de mercado puede destruir el capital de una manera inimaginable y recuperarse puede llevar décadas. Incluso los grandes genios del Value Investing, como Warren Buffett o Peter Lynch, han manifestado esto incontables veces.

Sin embargo, los asesores financieros siempre van a recomendar a sus clientes comprar y mantener con la famosa frase “aunque los precios caigan, a la larga terminarán subiendo nuevamente, así que quedate tranquilo”.

Como nadie ve el futuro, es sumamente peligroso comprar un activo y quedarse aferrado a él. Siempre hay que tener un plan de salida, por si las cosas no salen como se planificaron. 

¿De qué sirve aguantar una caída del 30, 50 u 80%? Estadísticamente es un error.

Vayamos a los casos de las empresas más conocidas. Hago énfasis en esto, porque si se usaran empresas de menor renombre sería mucho peor.

Microsoft

Pocas empresas han sido tan exitosas en la historia como Microsoft. La suba de sus acciones a lo largo de los años fue asombrosa. Pero, ¿qué hubiese pasado si comprábamos en el momento equivocado? 

Si comprábamos Microsoft en el techo de 1999 nos hubiéramos encontrado 10 años después (sí, leyeron bien) un 75% abajo. Y hubieran pasado 17 años en recuperar el capital en términos nominales (¡sin tener en cuenta la inflación!). Y atención: este es un caso “exitoso”. 

Coca Cola

Esta es otra empresa súper exitosa y considerada como una de las de menor riesgo de la bolsa. 

Si comprábamos sus acciones en junio de 1998 nos hubiéramos encontrado 10 años después con una pérdida del 57%. Para recuperar el capital nominal hubiésemos tenido que esperar 16 años. 

Y como si fuera poco, en julio de 2020, 22 años después, volvimos a tener exactamente el mismo monto invertido: 

Repito, estas situaciones se dieron con las empresas más conocidas y admiradas del mundo. 

Incluso sucede en los principales índices, tal como el S&P 500. El que compró antes de la burbuja “punto-com” demoró hasta el 2013 en recuperar nominalmente su inversión.

Además, si uno analizara mercados menos desarrollados, tales como Japón, Brasil o, incluso, Argentina, la situación es dramática, con pérdidas de capital enormes que nunca se llegaron a recuperar.

A continuación, algunas razones por las cuales el “buy and hold” sin un plan de salida puede ser una mala estrategia:

  • Riesgo de pérdida significativa: Los mercados financieros son volátiles y pueden experimentar caídas sustanciales en el valor de los activos en cualquier momento. Si no tenés un plan de salida y el mercado se desploma, podrías incurrir en pérdidas significativas y no saber cuándo vender para limitar esas pérdidas.
  • Falta de adaptación: Las circunstancias pueden cambiar con el tiempo, tanto a nivel personal como económico. Puede que necesites el dinero invertido para una emergencia o para alcanzar un objetivo financiero específico. Si no tenés un plan de salida, puede ser difícil tomar decisiones financieras adecuadas cuando surgen estas necesidades.
  • Pérdida de oportunidades: Mantener una inversión durante demasiado tiempo sin un plan puede llevar a perder oportunidades de inversión más rentables. Podrías estar atado a activos que no están generando un buen rendimiento mientras que otras oportunidades de inversión podrían ser más atractivas.
  • Psicología del inversor: Sin un plan de salida, los inversores pueden verse afectados por emociones como el miedo y la avaricia. Esto puede llevar a decisiones impulsivas, como vender en pánico durante una caída del mercado o aferrarse a una inversión en declive esperando una recuperación que puede que no llegue.
  • Falta de diversificación: El “buy and hold” puede funcionar mejor cuando se aplica a una cartera diversificada de activos. Sin embargo, si tenés todas tus inversiones en un solo activo y no tienes un plan de salida, estás expuesto a un riesgo significativo si ese activo en particular sufre un revés.

Quiero hacer una aclaración. Obviamente que hay innumerables ejemplos de éxitos de empresas que han tenido rendimientos espectaculares. 

La crítica de la estrategia no es a la parte de comprar. La crítica es a la parte de mantener, sin un plan. El Buy and Hold no brinda ninguna ventaja probabilística, que es lo fundamental para ganar en la bolsa en el largo plazo.

Todos sabemos que, si sale bien, nos creeremos gurúes financieros. Pero la bolsa no se trata de eso. Se trata de sobrevivir.

Y para sobrevivir, lo primero que tenemos que hacer es cortar rápido las pérdidas. Luego, para ganar, hay que dejar correr las ganancias. Tan simple y tan complejo como eso.

Como recomendación, no apliques el método de Comprar y Mantener sin un plan, que tranquilamente se podría llamar “Comprar y Rezar”.

Facebook
Twitter
YouTube
LinkedIn
Instagram